Vientiane, la capital más tranquila del mundo. Apenas
200.000 almas, poquísimo tráfico.
Llegamos por la noche y nos acoplamos en el primer hotel que
vimos. Por la mañana compramos en el hotel el billete de bus para la frontera
con Camboya. Como es a las 19:00 nos cogemos unas bicis y nos vamos a dar una
vuelta, vamos a ver un monasterio, otro más, que hay a las afueras. Hoy vamos
bien de tiempo.
Al regresar del monasterio, en vez de coger la misma calle que
hemos traido, decidimos tirar por otra paralela…..nos perdimos.
Nadie sabía
hablar inglés ni interpretar un plano…
comemos algo....
Acabamos preguntándole al conductor de
un Tuc Tuc, nos indicó derecha y luego
izquierda, tal como creíamos. Le pregunto que cuánto nos lleva él, se echa a reír (dos tios
y dos bicis), 50.000 kips; lo dejamos en 30.000 kips. Ya son las 19:00. Nos
montamos, y el sinvergüenza coge justamente por el camino contrario que nos
había indicado. Nos deja en la zona centro, nos montamos en las bicis sin saber
dónde estábamos, torcemos una calle y aparecemos en la puerta del hotel.19:30.
Todo un minibús esperándonos. Nos llevan a la estación de autobuses y allí cogemos el Megabus, dos plantas, camas dobles (tamaño oriental, 1,20 x1,65)y a
dormir. A las seis de la mañana nos bajan del autobús, nos montan en otro y
luego lo mismo en un barco, donde Mauricio ha preferido continuar hasta
Camboya.
