viernes, 24 de agosto de 2012

Macao

Macau
Otra ciudad autónoma de China, con su propia moneda y legislación. Antigua colonia portuguesa, parece una mezcla de Lisboa y las Vegas con chinos por la calle. La actividad económica de Macau son sus casinos, que les encantan a los chinos que vienen a gastarse las perras (muchas más que las que se manejan en las Vegas)




Hong Kong




Hong Kong

Llegamos a Hong Kong, en lo que puede ser una de las fronteras más transitadas del mundo, venía siendo una estación de metro con un lado chino y otro de Hong Kong. Y con muchísmima gente.

Mirando en la guía hemos llegado a un edificio antiguo en todo el centro donde hay un montón de hostales. Directamente nos hemos metido en el más barato (…) Es una escuela de Kung Fu.

Por la noche nos hemos ido a ver el skyline de Hong Kong, donde hacen un espectáculo de luces y música con los rascacielos muy bonito. 


También está aquí la gran estatua de Bruce Lee, motivo por el cual algún viajero ha querido acabar su viaje en Hong Kong.



Dicen que éstas son las escaleras mecánicas más grandes del mundo, pero como están divididas en tramos cortos, para salvar las calles, Rubén ha declarado que las que hay en Moscú en cierta estación de metro son más largas. Doy fe.



Guanzhou

20 de agosto
Hemos viajado de noche, en el autobús cama. Nos hemos quedado dormidos y hemos acabado en la cochera  del autobús.
Guanzhou

Una ciudad de doce millones de habitantes que está a mitad de camino de Hong Kong y en la que Rubén quiere hacer compras superbaratas de tecnología, según él, aquí están las fábricas de este electrónica
No hemos encontrado mucho, bueno sí, pero ninguna ganga, más de lo mismo. Sí había muchas tiendas de ropa, como en todas las ciudades con buenas ofertas.




Yangshuo

Yangshou

Nos vamos a un pueblo donde hay unos paisajes espectaculares, uno de los más famosos de china, parecidos a las montañas de Laos,  Norte de Vietnam y Halong Bay. Para dormir, Rubén ha apañado una residencia de estudiantes de inglés, en la que a cambio de alojamiento y comida, tendremos que dar alguna clase en inglés sobre lo que nos apetezca.

Como es domingo, nos cogemos unas bicis, un dibujo de la zona, y nos vamos a echar el día.



Un pinchazo....


jueves, 23 de agosto de 2012

Terrazas de Tallai



   Después de la bahía de Halong, vuelvo a Hanoi, tengo billete de autobús para Nanning, una ciudad de china.
A la mañana siguiente me doy cuenta que me he dejado la mochila en un bar en la calle (unas mesitas y taburetes de plástico en la acera) así que me acerco al sitio pero por la mañana hay otra familia con otro bar, así que cambio mi billete de autobús y me espero hasta por la tarde para recuperar la mochila.
Al día siguiente, ya con mi cámara me voy para China, el bus me deja en la frontera, y allí nos recoge un carrito de golf en el que pasamos a China. Al otro lado nos espera otro bus. Esto ya se nota que es otra cosa, el lado chino, majestuoso; la carretera, una autovía sólo para los que venimos de la frontera, nada que ver con la carreterucha de montaña del lado vietnamita.
Al llegar a Nanning, tengo que ir a la estación de tren, consigo sacar yuanes en el quinto cajero que encuentro.
Las estaciones chinas son un caos ordenado, pero sin saber leer ni hablar son horribles. 
Saco billetes para Guilin, donde he quedado con Rubén, me dicen (entiendo) en ventanilla que tiene que ser de pie, que no hay asientos, así que nada, me preparo para lo peor. La estación está abarrotada de gente, ¡ya estoy en China¡. Me monto en el tren y resulta que tengo asiento, no así todos los que me rodean. El camino se hace largo e incómodo.

 La quedada en Guilin la hicimos por internet, quedamos en un hostal cerca  de la estación de tren, yo llegué a las 3 de la mañana, Rubén llegaría  cinco horas después.
Como eran horas tempranas, el feliz reencuentro lo festejamos con unos buenos churros (igualitos, cosa rara)

 Cómo era temprano, decidimos aprovechar del tirón e irnos al Valle de las terrazas del Dragón, dejamos las mochilas y nos vamos con lo puesto, dispuestos a pasar una noche en el valle. Cuando llegamos, un río de turistas chinos (lo normal en China) nos quita las ganas de hacer fotos, así que tiramos para arriba, y más para arriba aún por la escalera de piedra que hace el camino. 
Algunos van mejor que otros...

En cuanto dejamos los pueblos accesibles con coche, dejamos de ver turistas, y empieza el disfrute. El valle aterrazado y las aldeas salpicadas en el camino hacen de la ruta una delicia, si obviamos la calor y la humedad que soportamos.




A medida que avanza la tarde, cada vez se hace más patente la necesidad de encontrar algo para dormir, el croquis que tenemos ocupa lo que un sello de correos, así que las distancias son relativas. Pero tenemos claro que si queremos llegar al siguiente pueblo principal, donde hay hoteles, llegaremos de noche.
Por el camino, nos encontramos con estas señoras, que nos dicen que el siguiente pueblo está a más de tres horas (nosotros le echábamos dos horas) y seguidamente nos ofrecen quedarnos en su casa a cenar y dormir. Después de negociar, aceptamos.

Rubén negociando cena, cama y jacuzzi.
La gente de estas tierras son de la etnia Jiao, las mujeres no se cortan el pelo en la vida y lo llevan que parece un sombrero liado en la cabeza.
He aquí la bañera de la aldea.
La aldea



miércoles, 22 de agosto de 2012

Halong Bay

14 agosto
Hoy he ido a ver la famosa Halong Bay, después de un buen rato en autobús, cojo un barco que da un paseo por la bahía






HANOI

Hanoi tiene poco que ver, algún museo, el mausoleo de Ho Chi Minh, padre de la patria y algún que otro parque, por lo demás, es la capital de Vietnam, y tiene muchas motos, como todo el país.
Antes de ls 8 de la mañana, los parques estàn llenos de gente bailando, haciendo aerobic , taichi, yoga...

La primera universidad de Vietnam

En estas lápidas se grababan los nombres de la promoción del año
Les gusta el arte topiario

El mausoleo cerraba precisamente hoy, qué pena¡¡

Los paisajes con piedra se los curran

Hoi An

Después de unos días de descanso en Ho Chi Minh City, antigua Saigón para los de la EGB, una ciudad sin mucho encanto pero con muchísimas motos, todas pitando a la vez. 


He cogido un tren (el peor tren de mi vida, 12 insufribles horas) y me he subido a un pueblo del centro de Vietnam, Hoi An, un antiguo puerto de mar que acogía a mercantes chinos, japoneses e incluso europeos que después de hacer sus tratos tenían que esperar seis meses a que cambiaran los vientos para volver, así que el pueblo se nutrió de los saberes y haceres de aquellos.

Puente cubierto japonés


Casona chinoide

El pueblo ahora parece un decorado lleno de tiendas de ropa y sastres.

domingo, 19 de agosto de 2012

Delta del Mekong

4 y 5 de Agosto
El viaje desde Phonm Penh ha sido muy tranquilo, el primer barco que no tiene overbooking, hay sitio para todos y nadie se monta por el camino.
Tras cruzar la frontera con Vietnam, el barco atraca en un pueblecito donde tengo que esperar tres horas para coger un autobùs que me lleve al pueblo al  que quiero ir,Can Tho. 
Ya estoy en Vietnam, ya estoy en el Delta del Mekong, cuna de los filetes de Panga, hogar de toneladas de Agente Naranja, como el resto de Vietnam. El granero de Vietnam, tierra de arrozales,  el delta del Mekong se forma a partir de que el río entra en territorio vietnamita, se abre en cinco o seis brazos a cada cual más grande formando éstos islas enormes, estando todas ellas cuarteadas por canales que hacen el delta completamente navegable. De forma que todas las mercancías, desde el mismo arrozal, entran y salen por barco.

Cojo el autobús que me va a llevar a Can Tho, tarda cinco horas (en la misma isla) con lo que llego casi a medianoche. Como es normal, el autobús te deja en las afueras, y de ahí, te buscas la vida. 
Me busco la vida: son las 23:30, tengo que buscar alojamiento, y una barca que me lleve mañana al mercado. No tengo ni idea de dónde estoy. Me pongo a andar, se me ofrece el primero, me hace alguna oferta, le digo que ni mijita, sigo, diez metros más adelante me coge otro, hay trato. Le digo dónde quiero ir, me lleva. Me mete por unas callejuelas que me recuerdan a un Hutong Chino (medio metro de ancho, gallinas y niños jugando a la pelota) La señora del hotel me dice que no tiene camas pero que "tiene" otro hotel justo al lado, pero que la habitación es más cara, nanai, señora, el mismo precio o me voy (de noche a no sé dónde). Me cojo mi orgullo y me voy. Justo cuando salgo a la calle hay otro chaval que me monta en su moto, me dice que hay otro hotel cerca, estaba doblando la esquina. Me quedo. Suelto la mochila y bajo a comer algo en la misma puerta, allí me estaba esperando una señora para hacerme una oferta, justo la oferta que yo necesitaba encontrar para el día siguiente, así que mientras me pido algo de la carta (lo  más barato, estaba enmedio de una negociación) ella me relata los parabienes de su plan (ir en barca a ver el mercado, visitar una granja, los canales y vuelta a mediodía) Consigo ronearle sin prisa para que me haga un buen precio. Pago, mañana a las 5:30 AM en pie, le digo que no tengo reloj, que tiene que venir alguien a despertarme. No problem. Viene la comida. Hora 23:55. Así de fácil.

A la mañana siguente me despiertan y bajo, resulta que no voy sólo en el barco, también vienen dos americanas sureñas Cara y Anna.

Aquí en el delta todo se hace en barco. Los cargueros de madera más grandes vienen cargados con productos del campo, y los barquitos pequeños de la ciudad se acercan al mercado a comprar cosas para vender en el mercado del centro.






La vuelta desde el mercado la hicimos por un atajo, en vez de volver por el rio, volvemos por canales, más tranquilitos, pasando por huertas y casitas con su barca en la puerta.
Nuestra capitana nos suelta y nos dice que vayamos paseando un rato. Por eso le puedo hacer esta foto.
Quería que anduviéramos para hacer un poco de hambre....
A mis compañeras el paisaje les resulta familiar (son de Nueva Orleans)