domingo, 19 de agosto de 2012

Delta del Mekong

4 y 5 de Agosto
El viaje desde Phonm Penh ha sido muy tranquilo, el primer barco que no tiene overbooking, hay sitio para todos y nadie se monta por el camino.
Tras cruzar la frontera con Vietnam, el barco atraca en un pueblecito donde tengo que esperar tres horas para coger un autobùs que me lleve al pueblo al  que quiero ir,Can Tho. 
Ya estoy en Vietnam, ya estoy en el Delta del Mekong, cuna de los filetes de Panga, hogar de toneladas de Agente Naranja, como el resto de Vietnam. El granero de Vietnam, tierra de arrozales,  el delta del Mekong se forma a partir de que el río entra en territorio vietnamita, se abre en cinco o seis brazos a cada cual más grande formando éstos islas enormes, estando todas ellas cuarteadas por canales que hacen el delta completamente navegable. De forma que todas las mercancías, desde el mismo arrozal, entran y salen por barco.

Cojo el autobús que me va a llevar a Can Tho, tarda cinco horas (en la misma isla) con lo que llego casi a medianoche. Como es normal, el autobús te deja en las afueras, y de ahí, te buscas la vida. 
Me busco la vida: son las 23:30, tengo que buscar alojamiento, y una barca que me lleve mañana al mercado. No tengo ni idea de dónde estoy. Me pongo a andar, se me ofrece el primero, me hace alguna oferta, le digo que ni mijita, sigo, diez metros más adelante me coge otro, hay trato. Le digo dónde quiero ir, me lleva. Me mete por unas callejuelas que me recuerdan a un Hutong Chino (medio metro de ancho, gallinas y niños jugando a la pelota) La señora del hotel me dice que no tiene camas pero que "tiene" otro hotel justo al lado, pero que la habitación es más cara, nanai, señora, el mismo precio o me voy (de noche a no sé dónde). Me cojo mi orgullo y me voy. Justo cuando salgo a la calle hay otro chaval que me monta en su moto, me dice que hay otro hotel cerca, estaba doblando la esquina. Me quedo. Suelto la mochila y bajo a comer algo en la misma puerta, allí me estaba esperando una señora para hacerme una oferta, justo la oferta que yo necesitaba encontrar para el día siguiente, así que mientras me pido algo de la carta (lo  más barato, estaba enmedio de una negociación) ella me relata los parabienes de su plan (ir en barca a ver el mercado, visitar una granja, los canales y vuelta a mediodía) Consigo ronearle sin prisa para que me haga un buen precio. Pago, mañana a las 5:30 AM en pie, le digo que no tengo reloj, que tiene que venir alguien a despertarme. No problem. Viene la comida. Hora 23:55. Así de fácil.

A la mañana siguente me despiertan y bajo, resulta que no voy sólo en el barco, también vienen dos americanas sureñas Cara y Anna.

Aquí en el delta todo se hace en barco. Los cargueros de madera más grandes vienen cargados con productos del campo, y los barquitos pequeños de la ciudad se acercan al mercado a comprar cosas para vender en el mercado del centro.






La vuelta desde el mercado la hicimos por un atajo, en vez de volver por el rio, volvemos por canales, más tranquilitos, pasando por huertas y casitas con su barca en la puerta.
Nuestra capitana nos suelta y nos dice que vayamos paseando un rato. Por eso le puedo hacer esta foto.
Quería que anduviéramos para hacer un poco de hambre....
A mis compañeras el paisaje les resulta familiar (son de Nueva Orleans)




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