miércoles, 1 de agosto de 2012

Battambang

29 de julio
Battambang
La biblia también se equivoca (la Lonley Planet). Según ésta, había una cosa en Battambang que no podíamos perdernos, el Bamboo train, una suerte de mecanismo que se adapta a las vías del tren y sirven para transportar enseres y sus dueños, y que cuando viene el tren toca bajarse y desmontarlo.
Así que una holandesa, dos ingleses y yo compartimos un tuktuk y vamos a ver de qué se trata. Al llegar nos recibe un “policía turístico”, nos pide 5$ a cada uno y nos monta en una batea de madera (no sé porqué pensé que sería de bambú).



Para cuando quisimos darnos cuenta de que aquellos raíles no servían para que pasara ningún tren normal, el españolito del grupo ya había jaleado convenientemente al “maquinista” para que demostrara la valía de su motor de seis caballos, el cual lucía orgulloso su dentada. Mi cara debía ser parecida a la de mis compis.




Cuando llegamos al final, 7 km más allá, había un tinglaillo con refrescos y patatas. 


Los niños de la aldea, los únicos que nos hablaban en inglés, nos regalaron alguna pulserita de palma y nos llevaron a ver las joyas de la aldea, el molino de arroz y la fábrica de ladrillos, que utilizaba los desechos del molino.




De vuelta a la ciudad y todavía con el mosqueo de haber perdido la mañana en semejante tontería, ya era tarde para ir a ver unos templos en los alrededores. Me fui a dar una vuelta por el mercado, que siempre mola.






El novio maquilladísimo parecía sacado del museo de cera



Una de cal y otra de arena.


Hay cosas que la biblia no te puede dar. Tomando café en un restaurante se sentó en mi mesa Maikel, nacido en la Alemania del este, con pasaporte suizo, de 68 años, con la misma cara de Fray Leopoldo. Lleva 30 años viajando. Personaje interesante con el que compartí el resto de la tarde-noche. Estuvimos repasando la historia geopolítica desde el imperio romano hasta nuestros días. Aprendí muchas cosas sobre España. Nos despedimos sintiendo mucho que yo me iba a la mañana siguiente (ya había comprado el billete).

2 comentarios:

  1. Este último comentario me ha parecido muy interesante. Me gustaría saber el punto de vista de "Maikel"

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  2. jajaja, pues te cuento, ha perdido la visión de un ojo, y la mitad del otro.

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